Gorrión costero

Ammospiza maritima

Seaside Sparrow, Cape Sable subspecies. Photo by Andrew Spencer, Macaulay Library at the Cornell Lab of Ornithology.

Gorrión costero

Seaside Sparrow, Cape Sable subspecies. Photo by Andrew Spencer, Macaulay Library at the Cornell Lab of Ornithology.

Ammospiza maritima

Descripción general

Estado de conservación
Tendencias demográficas
Estable
Tamaño de la población
200,000
Familia
Gorriones
Ubicación
América del norte
Patrón de migración
Variado
Distancia de migración
Distancia corta
También conocido como
  • Chingolo Costero (Español)

Acerca de

El gorrión costero es un gorrión grande y oscuro, cuyo nombre se debe a sus hábitats preferidos: las marismas salinas y salobres. Aunque comparte hábitat con otros gorriones costeros como el gorrión de marisma y el gorrión de Nelson, es notablemente más grande y oscuro. A veces llamado el “ave Ricitos de Oro”, este gorrión necesita una combinación de factores ambientales “perfectos” para reproducirse con éxito.

Los ornitólogos reconocen siete subespecies de gorrión costero, distribuidas a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos hasta la costa del Golfo de Texas. Algunas de estas subespecies están en peligro de extinción y una se ha extinguido.

La subespecie de gorrión costero oscuro, conocida como "Gorrión Costero Oscuro", alguna vez habitó la costa atlántica del sur de Florida, los pantanos de Merritt Island y a lo largo del río St. Johns. Su reducido número y su área de distribución limitada la hicieron especialmente vulnerable a la pérdida de hábitat causada por el desarrollo acelerado, las deficientes medidas de control de mosquitos y la construcción de carreteras. Para 1979, su población se había reducido a tan solo seis machos, cinco de los cuales fueron llevados a cautiverio. El último gorrión costero oscuro murió en 1987.

Amenazas

La pérdida de hábitat ya ha acabado con una de las siete subespecies del gorrión costero, y esta amenaza persiste, agravada por el cambio climático. Este singular gorrión también se encuentra en peligro debido a los pesticidas. Ciertas poblaciones se enfrentan a amenazas más profundas y urgentes que otras, y su vulnerabilidad varía según la región. Partners in Flight incluye al gorrión costero en su Lista Amarilla de Vigilancia para especies con áreas de distribución restringidas.

Pérdida de hábitat

La pérdida de hábitat es la principal causa de las amenazas provocadas por el ser humano que enfrenta el gorrión costero. Importantes extensiones de su hábitat de marismas saladas se han perdido debido al relleno, drenaje y construcción de diques. Se cree que la construcción de represas en las marismas contribuyó a la extinción del gorrión costero oscuro. El drenaje mediante zanjas, una técnica utilizada para controlar las poblaciones de mosquitos, también ha provocado la degradación del hábitat.

Pérdida de hábitat

Cambio climático

El aumento del nivel del mar ya ha reducido las poblaciones de gorrión costero en la bahía de Chesapeake, y a medida que continúe, acelerará la pérdida de sus hábitats de marisma. El aumento del nivel del mar debido al cambio climático incrementa las inundaciones costeras, anegando los nidos del gorrión costero. La creciente frecuencia e intensidad de las tormentas fuertes también pueden afectar el hábitat de esta especie.

Cambio climático

Pesticidas y toxinas

Los gorriones costeros son vulnerables a los efectos de los insecticidas utilizados para el control de mosquitos. La escorrentía de pesticidas y otros productos químicos también pone en riesgo a esta especie.

Pesticidas y toxinas

Estrategias y proyectos de conservación

En ABC, nos inspiran las aves y nos impulsa nuestra responsabilidad de garantizar que ninguna especie sufra el mismo destino que el gorrión costero oscuro. Colaboramos con una amplia red de socios para conservar y restaurar su hábitat e impulsar cambios en las políticas públicas que protejan a las aves y los ecosistemas de los pesticidas y toxinas peligrosos. Con la ciencia como base, y con la inclusión y la colaboración como pilares fundamentales de todo lo que hacemos, estamos tomando medidas decisivas para proteger a aves como el gorrión costero.

Restaurando el hábitat

ABC forma parte de Atlantic Coast Joint Venture (ACJV), una alianza altamente colaborativa que trabaja en conjunto para coordinar la conservación de las aves de los humedales a lo largo de la costa este. La ACJV está ampliando las técnicas de restauración y conservación de hábitats en humedales costeros degradados, centrándose en especies como el gorrión costero, el gorrión de marisma y la gallineta negra.

Restaurando el hábitat

Evitar pesticidas y toxinas

ABC toma medidas a nivel federal y estatal para exigir la cancelación o regulación de los plaguicidas y toxinas más dañinos para las aves. Abogamos por políticas firmes que protejan a las aves, sus ecosistemas y las comunidades, e instamos a millones de personas a que dejen de usar plaguicidas dañinos en sus hogares.

Evitar pesticidas y toxinas

Galería de aves

El gorrión costero es grande y oscuro, con un pico largo. Los adultos de la subespecie atlántica son los más oscuros y apagados, de color gris y marrón uniforme, con un rayado borroso e indistinto en el pecho, el vientre y los flancos. La subespecie de la costa del Golfo es ligeramente más brillante, con una coloración beige y un rayado más evidente. La subespecie del Cabo Sable es aún más distintiva, con la nuca verde oliva, el dorso rayado y el pecho blanco con un rayado oscuro bien definido.

Las características distintivas de todas las subespecies de gorrión costero son la marca amarilla que se extiende desde la base del pico superior hasta por encima del ojo (llamada mancha supraloral), una garganta blanca bordeada por líneas más oscuras en forma de “bigote” y un pico largo, casi puntiagudo.

Sonidos de pájaros

El gorrión costero macho suele cantar desde una percha visible sobre la hierba de la marisma. Su canto zumbante consiste en unas pocas notas introductorias ásperas seguidas de un suspiro rasposo. El canto varía ligeramente entre las diferentes subespecies.

Subespecies atlánticas

Crédito: William Whitehead, XC654373. Disponible en www.xeno-canto.org/654373.

Subespecies de la costa del Golfo

Crédito: David Sarkozi, XC416451. Disponible en www.xeno-canto.org/416451.

Subespecie de pez sable del Cabo

Crédito: Mike Nelson, XC130531. Disponible en www.xeno-canto.org/130531.

Hábitat

El nombre “Gorrión Costero” describe a la perfección a este habitante de las marismas de la costa atlántica. Casi todas las subespecies son especialistas de hábitat en marismas salinas y salobres (una mezcla de agua dulce y salada). La subespecie del Cabo Sable es la excepción, ya que habita en las marismas de agua dulce de los Everglades.

  • Se encuentra casi siempre en marismas salinas y salobres de espartina lisa, hierba salada, espartina o junco negro.
  • Prosperan mejor cuando los hábitats incluyen sitios de anidación situados muy por encima del nivel de la marea alta y claros en la vegetación para buscar alimento, y cuando los sitios de anidación y alimentación están adyacentes.
  • La subespecie Cape Sable se reproduce en pastizales de agua dulce de los Everglades que incluyen espartina, pasto muhly y pasto sierra corto.

Rango y región

Área específica
Costas este y del Golfo de los Estados Unidos

Detalles de la gama
Los gorriones costeros anidan a lo largo de las costas del Atlántico y del Golfo de los Estados Unidos, desde el sur de Nuevo Hampshire hasta el sur de Texas.

¿Sabías?
De las siete subespecies reconocidas, algunas son migratorias y otras son residentes permanentes. Las de la subespecie del noreste (marítima) migran al sureste de los Estados Unidos durante los meses de invierno.

Rango
América del norte
Patrón de migración
Variado
Distancia de migración
Distancia corta

Historia de vida

El gorrión costero está adaptado a la vida en las marismas, zonas dinámicas de transición donde el mar y la tierra se fusionan y experimentan cambios casi constantes. Sus patas grandes y fuertes le permiten sujetarse firmemente a la hierba y moverse con agilidad en los lodos. Son aves muy comunicativas, que utilizan sus alas, cola e incluso hierbas arrancadas del suelo y sostenidas en el pico para transmitir diversos mensajes.

Dieta

Las grandes patas del gorrión costero le ayudan a mantener el equilibrio y correr sobre el terreno fangoso y pantanoso. Utiliza estas patas para escarbar dos veces (saltando hacia adelante y luego escarbando hacia atrás) entre la hierba seca y la vegetación, dejando al descubierto presas ocultas. El gorrión costero se alimenta de semillas, insectos, arañas y otros invertebrados, buscando alimento entre la vegetación y el suelo. Se mueve con rapidez entre la hierba del pantano en busca de presas, incluso adentrándose en aguas poco profundas para sondear bajo la superficie. Su pico puntiagudo es especialmente útil para sondear el fango y remover los matojos de espartina seca. También come moluscos, pequeños crustáceos y semillas de hierbas de pantano.

Noviazgo

El gorrión costero es monógamo durante la época de cría. En las poblaciones no migratorias, las parejas pueden permanecer juntas todo el año. Incluso en las poblaciones migratorias, las hembras a veces vuelven a emparejarse con su pareja de la temporada de cría anterior.

El macho canta para reclamar un territorio de anidación que puede variar mucho en tamaño, desde un cuarto de acre hasta más de dos acres. Exhibe su cortejo a las hembras que lo visitan cantando, emitiendo llamadas y desplegando sus alas.

Anidación

La hembra del gorrión costero elige un lugar para anidar dentro del territorio de su pareja, generalmente en la vegetación alta de los pantanos, a unos 15 a 30 cm del suelo para evitar inundaciones. Construye un nido en forma de copa con hierbas, revestido con otras aún más finas, a menudo con un dosel o cúpula formado al colocar plantas vivas cercanas encima. Esta especie vuelve a anidar si su nido se inunda o es depredado.

Huevos y crías

La hembra del gorrión costero pone una nidada de dos a cinco huevos blancos moteados y manchados de marrón. Solo las hembras incuban los huevos, pero ambos adultos alimentan a los polluelos, que crecen rápidamente y abandonan el nido entre nueve y once días después de la eclosión.

Una vez que empluman, los jóvenes gorriones costeros suelen reunirse en pequeñas bandadas, a las que a veces se unen los adultos en invierno.