
Alcanzando el punto de inflexión
Esta no es la primera vez que el clima de la Tierra cambia; ha experimentado innumerables transformaciones a lo largo de miles de millones de años. Lo que destaca ahora es la velocidad: el cambio climático se ha acelerado e intensificado desde que comenzó la Revolución Industrial en la segunda mitad del siglo XVIII. El cambio se produce rápidamente y está llevando a algunas especies al límite.
Algunas especies muestran signos de adaptación. Algunas aves están experimentando cambios morfológicos con el tiempo, desarrollando gradualmente alas ligeramente más largas a medida que sus cuerpos se reducen para adaptarse a rutas migratorias más largas, o desarrollando picos más grandes para disipar el calor con mayor eficacia. Otras están ajustando su distribución, alejándose del ecuador, como ocurre con 70 especies tropicales, subtropicales y desérticas, o ascendiendo a mayores altitudes. Casi dos tercios de todas las especies de aves de Norteamérica son vulnerables al cambio climático, y no todas podrán adaptarse.
Estamos actuando en tres áreas clave para construir un futuro más seguro para las aves: mitigación, resiliencia y adaptación. La mitigación requiere reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, algo que apoyamos plantando más de 8 millones de árboles hasta la fecha y restaurando hábitats de bosques y pastizales. Estamos aumentando la resiliencia de las aves al asegurar que sus poblaciones sean estables y saludables. Reducimos las amenazas que ya enfrentan, como las colisiones con ventanas, los pesticidas y otras fuentes, y conservamos el hábitat que necesitan para sobrevivir. Además, estamos considerando cómo podría ser el futuro en el trabajo que realizamos hoy, elevando los sitios de anidación costeros para compensar el aumento del nivel del mar, protegiendo los hábitats de las laderas y conservando las áreas al norte de los hábitats actuales de las aves prioritarias.
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Cada miembro del Equipo Internacional de ABC cuenta con experiencia trabajando en toda Latinoamérica y el Caribe, forjando sólidas alianzas con socios locales y comunidades locales. Juntos, protegemos el hábitat que las aves más necesitan, apoyamos la sostenibilidad de las iniciativas de gestión territorial y beneficiamos a quienes viven cerca de estos importantes hábitats.



